Por: Marielle Cauthin / 7 de agosto de 2018

El Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS) perdió 46.000 hectáreas de bosque entre 2000 y 2014, lo que representa el 3.6% del total del Parque Nacional[i] (Current Biology, 2018). El polígono 7, ubicado al sureste del territorio, ha perdido el 58% de bosques en un radio de 5 kilómetros alrededor de la carretera donde termina el Tramo I Villa Tunari – Isinuta e inicia el Tramo II que atraviesa el corazón del Parque Nacional (PN).

En el polígono 7 es manifiesta la relación entre carreteras, colonización y deforestación. Datos de 2018 demuestran que la tasa de pérdida de bosque en este polígono es ocho veces más alta que en el resto del TIPNIS y el doble que en toda la Amazonía boliviana (Current Biology, 2018). A este ritmo, se predijo la deforestación del 64% (610.848 ha) del parque en 18 años si se construye la carretera y una pérdida forestal del 43% si no se controla la expansión colonizadora cocalera del polígono 7, aunque no se construya la carretera[ii] (PIEB, 2011).

La mancha de deforestación de esta zona amenaza dirigirse a la Zona Núcleo del TIPNIS, donde se concentran los mayores valores de biodiversidad[iii], como se puede apreciar en el mapa del TIPNIS a continuación donde el polígono 7 se ubica dentro la línea roja al sur.

Mapa: Progresión de la mancha de deforestación dentro del TIPNIS (1985 – 2018)

Elaborado por A. Justel, 2018.

Expansión de la producción ilícita de plantas de coca en el polígono 7

El polígono 7 tiene aproximadamente 100 mil hectáreas, es decir, cubre el 12% del Parque y actualmente está ocupado por casi 50 sindicatos de productores de hoja de coca (com. pers. Subcentral TIPNIS, 2017), cuyo origen “colono” fue la paulatina migración de campesinos andinos iniciada en los años 60 y profundizada en los años 80 en la localidad del Chapare. Su penetración fue facilitada por la construcción del puente de Eterasama en 1971 y la apertura de un camino de penetración por Puerto Patiño promovido para la prospección petrolera (Rumbol; Sernap, 2011).

En 1994 la federación de colonizadores cocaleros del Chapare pactó con las organizaciones indígenas el establecimiento de la llamada “línea roja”, que sería el límite del avasallamiento. Posteriormente fue transgredida con al menos dos momentos de enfrentamientos de cocaleros contra guardaparques e indígenas con saldos de heridos y muertos.

Línea Roja en el polígono 7 del Parque Nacional

Fuente: PIEB, 2012.

Existe una relación directa en el hecho de que los migrantes que llegan a los bosques tropicales en América Latina generalmente causan mayores tasas de deforestación per cápita que las comunidades indígenas locales. La tendencia en los años 90 era que en el TIPNIS cada colonizador tumbaba entre 0.5 y 1 hectárea (llegando al récord de 1.59 ha en 1994), según datos de la Evaluación Ambiental Estratégica de 2011.

Anualmente se tenía una tendencia de desmonte de 1.000 hectáreas de bosque virgen. Conducente con esto, en 2011 cada unidad familiar de campesinos colonos llegaba a manejar entre 1.5 y 2 hectáreas de cultivo de hoja de coca (Rumbol; Sernap; 2011). El cultivo de coca genera un triple fenómeno: ampliación de la frontera agrícola, monocultivo intensivo con agroquímicos (Rumbol; Sernap, 2011) y “narco-deforestación” (Current Biology, 2018).

Mapa: Progresión de la mancha de deforestación dentro del polígono 7 (1985 – 2018)

Elaborado por A. Justel, 2018.

Según el informe de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) entre 2015 y 2016 se registró un aumento del 43% en las plantaciones de coca en el polígono 7. El 94% de esta coca -además de la cultivada en el Chapare- no pasa por el mercado legal de venta de hoja de coca en Sacaba, Cochabamba; mientras el 95% del ingreso de las familias del polígono 7 proviene de la hoja de coca: “Estamos entonces ante una región monoproductora de hoja de coca y que tempranamente fue identificada como Zona Roja por sus vínculos con el narcotráfico” (Paz, 2011) [iv].

En ese sentido, la carretera potenciaría estas rentables dinámicas mercantiles no solo permitiendo el pleno avasallamiento de los bosques, sino consolidando la ocupación de distintos pisos ecológicos por parte de los colonos andinos cocaleros.

Mapa: Acercamiento al fenómeno de mancha de deforestación al rededor de caminos ilegales (1984 – 2016)

Elaborado por R. Thomson, 2018.

Existe evidencia científica respecto a que la pérdida de bosques se amplifica alrededor de caminos recién construidos y/o pavimentados. Las carreteras secundarias o sendas de penetración aumentan la extensión espacial de la alteración del hábitat. La revista Current Biology (2018) cita el caso de deforestación en la Amazonía brasileña para explicar un posible escenario similar en el TIPNIS; pues en Brasil por cada kilómetro de carretera legal hay casi tres kilómetros de caminos ilegales dentro de la Amazonía. Debido a esto, se ha argumentado que la única forma viable de evitar la pérdida de hábitat en áreas de alto valor de conservación ecológica es mantenerlos libres de carreteras.

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[i] New law puts Bolivian biodiversity hotspot on road to deforestation. Autorxs: Global Change and Conservation (GCC), Department of Biosciences, University of Helsinki, Helsinki, Finland. Department of Geosciences and Geography, University of Helsinki, Helsinki, Finland. Conservation Science Group, Department of Zoology, Ed. Courrent Biology, 2018.

[ii] Compensación por servicios ambientales. Alternativa para reducir la deforestación en el TIPNIS. Varixs autores. Autora: Ma. Teresa Vargas Ríos et al. Ed. PIEB, 2012.

[iii] SERNAP (2011). Evaluación Ambiental Estratégica del TIPNIS – EAE -2011. La Paz: SERNAP/ RUMBOL srl.

[iv] La Marcha indígena del «TIPNIS» en Bolivia y su relación con los modelos extractivos de América del sur. Autora: Sarela Paz, 2011.