Carretera y caminos

TIPNIS: la saga por los derechos de la naturaleza y los pueblos indígenas

Por Pablo Solón

[English version] La historia de TIPNIS es una historia de dignidad, lucha, gloria, traición, heroísmo, represión, victoria y nueva traición contra los derechos de la Madre Tierra y de los pueblos indígenas.

El territorio

TIPNIS es al mismo tiempo un área protegida y un territorio indígena en Bolivia. El nombre TIPNIS significa Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Seguro. Isiboro y Secure son los nombres de dos ríos que limitan este territorio que originalmente tenía una extensión de 1,225,347 hectáreas. Si el TIPNIS fuera un país, sería más grande que Puerto Rico, Líbano o Kosovo.

Este territorio fue declarado Parque Nacional en 1965 y fue reconocido como territorio indígena en 1990 después de la «Primera Marcha por el territorio y la dignidad indígena«. Trescientos indígenas de las tierras bajas de Bolivia iniciaron esta «primera marcha» y caminaron 640 km durante 34 días desde la selva hasta las altas montañas de la ciudad de La Paz para conseguir el derecho a su territorio.

Diecinueve años después de la victoria de la «primera marcha», el gobierno de Evo Morales otorgó a los pueblos indígenas de TIPNIS el título colectivo de su territorio, pero solo por 1.091.656 hectáreas. Para el año 2009, varios asentamientos de campesinos productores de coca habían ingresado al parque nacional y al territorio indígena, ocupando lo que se conoce ahora como el «Polígono 7».

El TIPNIS es el territorio de los Yuracares, Tchimanes y Moxeños Trinitarios que son naciones indígenas reconocidas en la Constitución del Estado Plurinacional de Bolivia de 2009.

El TIPNIS también es hogar de 858 especies registradas de animales vertebrados. Entre ellos se encuentran 470 especies de aves, 108 mamíferos, 39 reptiles, 53 anfibios y 188 especies de peces. A nivel de los insectos hay 178 especies registradas y se calculan unas 2.500 especies de plantas que no están registradas. Varias de estas especies de animales, insectos y plantas son endémicas y están en peligro.[1]

En el TIPNIS, podemos encontrar diferentes tipos de bosques y ecosistemas. La altitud del territorio pasa de 180 a 3.000 metros sobre el nivel del mar (m.s.n.m.), con un promedio de 350 m.s.n.m. El TIPNIS es la región donde hay más lluvia en Bolivia, con una precipitación que supera los 3.000 mm por año. El TIPNIS es uno de los pulmones de oxígeno y una de las bombas de agua más importantes del país debido a sus bosques. El famoso naturalista francés Alcides D’Orbigny (1802-1857) exploró la región y dijo que es «la selva más hermosa del mundo«.

El escudo legal

De acuerdo con el artículo 385 de la Constitución del Estado Plurinacional de Bolivia del año 2009, «las áreas protegidas constituyen un bien común y forman parte del patrimonio natural y cultural del país» y, “donde exista una sobreposición de áreas protegidas y territorios indígena originario, la gestión compartida se realizará con sujeción a las normas y procedimientos propios de las naciones y pueblos indígena originario campesinos, respetando el objeto de creación de estas áreas”.

En Bolivia la naturaleza y por lo tanto las áreas protegidas, la biodiversidad y los ecosistemas tienen derechos según la Ley Nº 71 de los Derechos de la Madre Tierra del 2010. Esta ley dice que las “comunidades complejas y dinámicas de plantas, animales, micro organismos y otros seres y su entorno» tienen derechos legales entre los cuales están el derecho a la vida, a la integridad de sus sistemas, a un entorno saludable, a la diversidad de la vida y a preservar su capacidad de regeneración. La Ley Nº 71 establece la obligación del Estado de «desarrollar políticas públicas y acciones sistemáticas de prevención, alerta temprana, protección, precaución, para evitar que las actividades humanas conduzcan a la extinción de poblaciones de seres, la alteración de los ciclos y procesos que garantizan la vida”.

El camino asesino

La historia de un camino para conectar las ciudades de Cochabamba y Trinidad es muy antiguo en Bolivia. El proyecto de carretera de Villa Tunari, Cochabamba, hasta San Ignacio de Moxos aparece en varios decretos y leyes adoptados por gobiernos neoliberales hasta el 2003. Sin embargo, el proyecto empezó a materializarse cuando el año 2008 el gobierno de Evo Morales otorgó un contrato de 415 millones de dólares a la constructora brasileña OAS. Un año después, en 2009, el presidente Ignacio Lula da Silva de Brasil firmó un protocolo para financiar el 80% de este costo.

El gobierno de Evo Morales dividió el camino en tres tramos. El primero de Villa Tunary a Isinuta (47 km), el segundo de Isinuta a Monte Grande (177 km) y el tercero de Monte Grande a San Ignacio de Moxos (82 km). El segundo tramo es el que corta TIPNIS en dos.

Antes de otorgar el contrato para la construcción del camino, el gobierno nacional no realizó un estudio de impacto ambiental (EIA) integral de los tres tramos de la carretera. Solo el primer y tercero tramo cuentan con un EIA elaborado el año 2010. Hasta ahora no se ha realizado el EIA del segundo tramo.

Resistencia, represión y victoria

El 15 de agosto de 2011 alrededor de mil indígenas de las tierras bajas de Bolivia iniciaron en la ciudad de Trinidad la «Octava Marcha de los Pueblos Indígenas» en defensa de TIPNIS. La marcha fue rechazada por el gobierno desde el principio. Cuando llegó el 25 de septiembre a la localidad de Chaparina, quinientos policías intervinieron y disolvieron violentamente la marcha deteniendo a cientos de marchistas.

La opinión pública reaccionó alarmada por las imágenes de represión policial. El presidente Evo Morales tuvo que declarar que él ni ninguno de sus ministros dio la orden de intervenir la marcha. Después de seis años de investigaciones, todo un equipo de fiscales no ha aclarado quién dio la orden para esta represión. Sin embargo un informe especial del Defensor del Pueblo de noviembre de 2011 apunta a altas autoridades del gobierno.[2] 

Los indígenas lograron reorganizar la «Octava Marcha» y después de 65 días llegaron a La Paz en medio de gran solidaridad. Evo Morales no tuvo otra opción que firmar el 24 de octubre la ley Nº 180 que declara la intangibilidad del TIPNIS y establece que la carretera Villa Tunari – San Ignacio de Moxos no pasará por el TIPNIS. Fue un momento de gloria y victoria.

La contra ofensiva

Unos meses después, en febrero de 2012, el gobierno contraataco y aprobó la Ley Nº 222 que establece un proceso de «consulta» a las comunidades de TIPNIS para ver si se debe mantener la «intangibilidad» y si se debe construir la carretera Villa Tunari-San Ignacio de Moxos.

En abril de 2012, se inició la «Novena Marcha» de los pueblos indígenas en rechazó a la Ley Nº 222 que contravenía la Ley Nº 180 que solo había sido aprobada hace seis meses atrás. Los indígenas llegaron a La Paz y durante diez días pidieron una entrevista con el presidente Morales que nunca se dio. Con gran dolor y tristeza los marchistas regresaron a TIPNIS.

En el segundo semestre del 2012, el gobierno comenzó el proceso de «consulta» dentro del TIPNIS. Después de algunos meses, el gobierno anunció que la mayoría de las comunidades indígenas no quieren supuestamente la «intangibilidad» de su territorio y tampoco están en contra de la carretera. Dos informes paralelos de la Iglesia Católica y la Asamblea de Derechos Humanos de Bolivia con la participación de la Federación Internacional de Derechos Humanos cuestionan la validez de esta «consulta»[3]. En sus informes dicen que, de acuerdo a estándares internacionales, no existió un proceso de consulta libre previa e informada a los pueblos indígenas, y que se produjeron varias violaciones como la manipulación del término «intangibilidad» por parte del gobierno que dijo a las comunidades del TIPNIS que no tendrían acceso a proyectos de salud, educación, turismo u otros si no se eliminaba de la ley ese concepto.

El gobierno esperó varios años para implementar los resultados de ese proceso manipulado de consulta. Cuando muchos de los líderes del TIPNIS habían cambiado, en agosto de 2017 el gobierno aprobó en un abrir y cerrar de ojos, la Ley Nº 929 que elimina la intangibilidad de TIPNIS y abre las puertas para la construcción del segundo tramo de la carretera. Al firmar esta ley, el presidente Morales dijo que quienes están en contra son enemigos del desarrollo de los pueblos indígenas que viven en TIPNIS.

Ecocidio y etnocidio

El camino no traerá desarrollo a los pueblos indígenas de TIPNIS porque la mayoría de las 69 comunidades que se encuentran dentro de este territorio indígena están a más de 50 km del trazo de la carretera. Una Evaluación Ambiental Estratégica del TIPNIS realizada en 2011 por el Servicio Nacional de Áreas Protegidas (SERNAP) advierte que este tipo de proyectos impactarán negativamente en la vida de los pueblos indígenas y socavarán su cultura forzándolos a adoptar patrones de producción y consumo que hoy les son ajenos. [4] 

La carretera beneficiará principalmente a los nuevos colonos y productores de coca que ya han invadido el parque nacional. El 60% del área del «Polígono 7» ya ha sido deforestada para plantar coca [5]. Según el informe de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) entre el 2015 y el 2016 se registró un aumento de 43% en las plantaciones de coca en el «Polígono 7» [6].

Un estudio del Programa de Investigación Estratégica en Bolivia (PIEB) del 2011 muestra que si la carretera se construye a través del corazón del TIPNIS, el 64,5% del bosque se perderá en 18 años. Esto significa despejar 610,848 hectáreas de la selva que es el hábitat de cientos de animales, insectos, plantas y territorio de Yuracares, Tchimanes y Moxeños Trinitarios [7].

El impacto no será solo en el territorio de TIPNIS, sino también en las áreas vecinas, incluidas las grandes ciudades como Cochabamba que ya padecen sequías. Menos árboles significa menos humedad en el aire y menos lluvia. Construir un camino a través del corazón de TIPNIS es un ecocidio y un etnocidio.

El regreso de TIPNIS

Ha comenzado un nuevo proceso de resistencia. La situación es más difícil que en el 2011. Varios líderes de muchas comunidades indígenas fueron cooptados por el gobierno o ingresaron a la política de la mano de partidos de derecha. En el TIPNIS está surgiendo una nueva generación jóvenes líderes indígenas. En las ciudades, cientos de activistas ambientales se están movilizando. En las áreas urbanas existe una conciencia creciente de la conexión entre las lluvias y los bosques debido a que el año pasado hubo una fuerte sequía en ciudades importantes.

En el frente de la carretera, el contrato con la empresa constructora OAS se rompió porque se comprobó que había sobreprecio. El Banco Nacional de Brasil para el Desarrollo Económico y Social (BNDSE) canceló la concesión para construir la carretera. Los tramos uno y tres de la carretera están siendo construidos por compañías nacionales con fondos públicos y varios retrasos. El tramo dos que cortará el TIPNIS no ha comenzado y el gobierno acaba de declarar que no tienen dinero para financiar este sector de la carretera. El peligro es que algunos puentes se están construyendo ilegalmente en el área y que el proceso de asentamientos ilegales se puede extender dentro del Parque Nacional.

El TIPNIS en Bolivia es una palabra que ahora tiene un espíritu propio. TIPNIS significa que los derechos de la naturaleza y los pueblos indígenas que tienen pleno reconocimiento legal en el país deben implementarse en la práctica. TIPNIS significa que lo que dices es lo que debes hacer. El clamor del TIPNIS fue expresado por una joven activista el día en que Evo Morales era condecorado por el Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO) en el salón de la Vicepresidencia. El TIPNIS resiste y necesita nuestro apoyo.

[1] Fernández, E. y Altamirano, S., 2004

[2] http://www.defensoria.gob.bo/archivos/Informe_Defensorial_Intervencion_Marcha_Indigena_DP.pdf

[3] https://www.fidh.org/IMG/pdf/bolivia609esp2013.pdf

[4] http://www.cambioclimatico.org.bo/derechosmt/092011/280911_1.pdf

[5] http://fobomade.org.bo/2017/09/02/tipnis-deforestacion-poligono-7/

[6] https://fundacionsolon.org/2017/08/11/el-tipnis-y-la-coca-segun-unodc/

[7] http://www.pieb.com.bo/sipieb_somos.php

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