El proyecto de vinculación de la carretera Villa Tunari – San Ignacio de Moxos va unida a la política de ampliación de las actividades hidrocarburíferas en la franja amazónica, que atraviesa el Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS).

Como antecedente, el bloque de exploración petrolera denominado Sécure, dentro el Área Núcleo del Parque Nacional, estaba a cargo de la transnacional española Repsol en 1997. La firma realizó trabajos de sísmica pero se vio obligada a retirarse debido a la resistencia de las comunidades indígenas. Sin embargo, la penetración de campesinos cocaleros al Parque Nacional fue facilitada por la apertura de un camino por Puerto Patiño promovido para la prospección petrolera (Rumbol; Sernap, 2011). Es decir que el extractivismo petrolero beneficia la invasión colona en el TIPNIS.

Actualmente, los bloques petroleros dentro del TIPNIS son: Río Hondo, Sécure y Chispani que en conjunto representan el 35% del Parque Nacional (Cedib, 2017; Jubileo, 2013). Aunque ahora no hay actividad de exploración ni explotación, los bloques petroleros Chispani y Sécure fueron adjudicados a la empresa Petroandina SAM (con capitales de YPFB y PDVSA de Venezuela) en 2008 y el bloque Río Hondo fue adjudicado a Petrobras de Brasil y Total de Francia en 2007; estas adjudicaciones se realizaron sin consulta previa a los pueblos indígenas (Cedib, 2017) y al amparo de normativa como los DS 0676 de 2010 y DS 2366 de 2015.

Más allá, las adjudicaciones petroleras cercanas al territorio se han acrecentado, de modo que el TIPNIS ha quedado totalmente rodeado –fuera de sus límites- de concesiones de este tipo (Cedib, 2017). En términos ambientales, la potencial exploración y explotación petrolera representa efectos negativos sinérgicos y acumulativos sobre el medioambiente (Rumbol; Sernap, 2011).